“Todos mis poemas nacen del amor. Diría incluso que todos los poemas nacen del amor, incluso aquéllos que transmiten el mal tienen en el fondo una forma de amor hacia el mundo. Estoy totalmente convencida… Y si no es así, lo siento por esos poetas”. Dijo Szymborska en una entrevista.
Muchos habrán escuchado de poetas como Gustavo Adolfo Becquer, Gabriela Mistral, Antonio Machado o Federico García Lorca… Pero yo les hablaré de alguien no tan conocida por estos lugares. Ella es Wislawa Szymborska, calificada por algunos como una Mozart de la poesía. Esta mujer, admiradora de Milosz, nació en Bnin y se mudo a Cracovia con 8 años, donde vivió hasta el último día de su vida. Fue ensayista, traductora y poeta. En su vida se le premió 8 veces, premios entre los cuales se encuentra el Nobel de literatura de 1996, que la hizo más conocida en el extranjero y sorprendió tanto a sus lectores como a ella misma.
Wislawa publicó más de 20 volúmenes de poesía, entre los más reconocidos están “Por eso vivimos” y “La sal”. Donde, al igual que en toda su escritura, se puede apreciar la fijación y amor de la autora por lo cotidiano de la vida y una prosa de lenguaje accesible y lúdico, según las palabras del crítico Jerzy Kwiatkowski “Lo que más golpea en la lectura de sus poesías es el extraordinario esmero, la congruencia, la novedad de sus expresiones.” Pero, personalmente, lo que más me gusta de sus poemas es aquel sutil humor irónico con que escribe y como nos llama a observar con aprecio aquellos momentos simples e ignorados de la vida. Se preguntarán por qué no hablo de lo que dicen sus poemas y la respuesta es simple, cuando los lean podrán saberlo. Bien dijo ella en la entrevista para la revista Magazine sobre uno de sus escritos “El yeti es el yeti, y la piedra es una piedra. Hay una costumbre excesiva de leer entre líneas, de buscar mensajes secretos. Mi poesía no esconde nada. El día que quiera criticar a los gemelos Kaczynski, los llamaré por su nombre, no los compararé con Rómulo y Remo.”
«Para mí la vida es una aventura con fecha de caducidad», dijo en el año 2009 al diario El País.
Un cáncer de pulmón puso su fecha de muerte para este 1 de febrero del 2012. Con 88 años Szymborska muere dormida en su cama, según dijo Katarzyna Kolenda-Zaleska, una periodista y amiga de la poeta, murió rodeada de parientes y amigos. Hoy sus cenizas yacen junto a su hermana y sus padres en el cementerio católico de Cracovia y es tan grande su fama, que cerca de 10 mil personas asistieron a su entierro (entre ellos el Primer Ministro y el Presidente de Polonia).
Algunas de sus obras conocidas son “Amor a primera vista”, “Las tres palabras más extrañas”, “Fin y Principio” y “Un gato en un piso vacío”, este último aún lo recitan los niños en las escuelas. “Ahí hablo del dolor por la pérdida de mi compañero, mi gran amor, el poeta Kornel Filipowicz, fallecido en 1990; no es sólo el gato el que está triste, sino también yo.” Dijo Wislawa cuando le preguntaron sobre aquel poema. Vale decir que hoy, son sus seguidores y fanáticos quienes se sentirán representados por este gato.
Por Sasami Hanatsuki.
Publicado en la revista «Avenida los escritores» volumen 9.